Por Ma. Florencia Klinger.
La jueza Karina Andrade, la titular del Juzgado de 1° Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas N°15 de la justicia porteña, condenó a un médico cirujano por dejar en estado vegetativo a una mujer de 32 años al someterla a diversas cirugías estéticas.
La condena fue a dos años de prisión e inhabilitación por lesiones gravísimas y estafa.
El término incorporado, fue definido por la jueza como un tipo de violencia de género. Al respecto explicó que la ley argentina sobre violencia de género, al momento de definir los distintos tipos de violencia, “no la tiene receptada como un tipo específico, si bien podría entenderse como comprendida dentro de lo que es la violencia simbólica”
En pocas palabras, el 11 de diciembre de 2019 la mujer fue sometida a “una multiplicidad de cirugías -liposucción, recambio de prótesis mamarias, bichectomía y gluteoplastia- , excediendo lo estipulado en el consentimiento informado suscrito por la paciente”, lo que le provocó “lesiones gravísimas e irreversibles, consistentes en una encefalopatía hipóxica secundaria a paro cardiorrespiratorio”
Como consecuencia, la víctima “ha perdido en forma permanente la movilidad de sus cuatro miembros, encontrándose dependiente de por vida de toda actividad de la vida cotidiana, inconsciente, siendo alimentada por sonda y ventilación espontánea por traqueotomía”.
Finalmente, la jueza sostuvo que “ESTE TIPO DE PROCEDIMIENTOS, AUN CUANDO SEAN DECIDIDOS CON ABSOLUTA VOLUNTAD POR LAS MUJERES, OCURREN EN EL ÁMBITO DE UNA SOCIEDAD QUE LES IMPONE UN ESTÁNDAR DE BELLEZA QUE, EN CASO DE NO CUMPLIRLO, SERÁN EXPUESTAS A CRÍTICAS Y TRATOS DISCRIMINATORIOS” por lo cual “resulta necesario encuadrar el contexto de violencia en el que ocurrieron los hechos” a fin de cumplir con los “compromisos internacionales asumidos por el Estado, vinculados a la erradicación de las violencias hacia las mujeres”.