Por Agustín Arechavala.

El Gobierno Nacional suspende por DNU un aumento a los combustibles que la ley prevé de manera trimestral, a fin de evitar que ello se traslade a los precios al consumidor final.

Recientemente se ha publicado un DNU 168/23, del Presidente de la Nación, por el cual se suspendieron los incrementos en los montos de los impuestos a la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, hasta el 30 de junio. 

Los aumentos de los impuestos sobre los combustibles líquidos y al dióxido de carbono se encuentran previstos por Ley N° 23.966 desde el año 2017,  y para su actualización trimestral se aplica el índice de variaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC). 

La reciente medida busca estabilizar los precios de los combustibles en el marco de posibles aumentos del precio en surtidor para el mes de abril; tras cuatro meses de subas consecutivas que se registran desde diciembre 2022.

No sorprende en lo absoluto, dado que con esta suspensión ya se registran seis meses de congelamiento de los tributos que debería percibir el gobierno nacional, ello en un contexto de fenómeno inflacionario y en momento donde las empresas mantienen conversaciones para acordar un nuevo programa de aumentos; alertando que hay un atraso del 15% en el precio de despacho. 

Advierten desde el Gobierno que un  aumento de los impuestos se traslada en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles.